No Pienso Morir En El Desierto
Salmos 118:17 “No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del SEÑOR”
Deuteronomio 4:22
Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra.
Desierto: Referente a un lugar sin habitantes. Olvidado. Abandonado. Indica privación. Y lo más impactante indica: conducir y alinear.......
Desierto: - Es donde el ser humano entiende su vulnerabilidad. – Donde se expresa la providencia de Dios. – Lugar de tentación (Mateo 4:1). – Lugar de prueba y purificación. Es donde se encuentra a Dios. – ES LA ÚNICA RUTA CON PROPÓSITO HACIA LA TIERRA PROMETIDA.
A sabiendas que el desierto es sinónimo de prueba hay que tener bien claro cuál es la actitud que debe prevalecer en ese momento. El enojo, la queja, la renuncia, la murmuración y la resignación son formas de comportarnos que nos entierran más en las áreas del desierto (Num. 14:29). Dios busca gente que Confíen, estén gozosos y en cánticos en medio de la prueba. Gente como Caleb que ve la promesa por encima de los obstáculos y los gigantes.
Dios quiere que aprendamos del proceso tres cosas: 1. Que no estamos solos en las pruebas, porque Dios está con nosotros (Éxodo 23:20).
2. Que Dios es primero, y al darle ese lugar la harina y el aceite no escaseara (1Reyes 17:13-15)
3. Que seamos íntegros a su palabra, guardando sus mandamientos (Deut. 30:16).
El que obedece no muere en el desierto.
Dios busca una generación guerrera, violenta y apasionada por su presencia.
No hemos sido creados para vivir en el desierto. El desierto es transitorio y quedar ahí más del tiempo que Dios planeó nos hace hijos: rebeldes, murmuradores, quejumbrosos, conformistas e inconstantes.
Yo no pienso morir en el desierto porque sé que la promesa esta delante.
Los que reciben la promesa son: los que atravesaron su desierto con una buena actitud. Los obedientes. Los que guardan y hacen la palabra de Dios. Los que pelean y accionan para poseer su heredad.
No renunciaremos a la tierra que se nos ha prometido. Si es necesario pelear contra nosotros mismos y sacar la inercia, hoy es buen día para empezar.
Isaías 43:19
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Sermon domingo 25/9/2016
Pastora Juidth Giron.
Salmos 118:17 “No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del SEÑOR”
Deuteronomio 4:22
Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra.
Desierto: Referente a un lugar sin habitantes. Olvidado. Abandonado. Indica privación. Y lo más impactante indica: conducir y alinear.......
Desierto: - Es donde el ser humano entiende su vulnerabilidad. – Donde se expresa la providencia de Dios. – Lugar de tentación (Mateo 4:1). – Lugar de prueba y purificación. Es donde se encuentra a Dios. – ES LA ÚNICA RUTA CON PROPÓSITO HACIA LA TIERRA PROMETIDA.
A sabiendas que el desierto es sinónimo de prueba hay que tener bien claro cuál es la actitud que debe prevalecer en ese momento. El enojo, la queja, la renuncia, la murmuración y la resignación son formas de comportarnos que nos entierran más en las áreas del desierto (Num. 14:29). Dios busca gente que Confíen, estén gozosos y en cánticos en medio de la prueba. Gente como Caleb que ve la promesa por encima de los obstáculos y los gigantes.
Dios quiere que aprendamos del proceso tres cosas: 1. Que no estamos solos en las pruebas, porque Dios está con nosotros (Éxodo 23:20).
2. Que Dios es primero, y al darle ese lugar la harina y el aceite no escaseara (1Reyes 17:13-15)
3. Que seamos íntegros a su palabra, guardando sus mandamientos (Deut. 30:16).
El que obedece no muere en el desierto.
Dios busca una generación guerrera, violenta y apasionada por su presencia.
No hemos sido creados para vivir en el desierto. El desierto es transitorio y quedar ahí más del tiempo que Dios planeó nos hace hijos: rebeldes, murmuradores, quejumbrosos, conformistas e inconstantes.
Yo no pienso morir en el desierto porque sé que la promesa esta delante.
Los que reciben la promesa son: los que atravesaron su desierto con una buena actitud. Los obedientes. Los que guardan y hacen la palabra de Dios. Los que pelean y accionan para poseer su heredad.
No renunciaremos a la tierra que se nos ha prometido. Si es necesario pelear contra nosotros mismos y sacar la inercia, hoy es buen día para empezar.
Isaías 43:19
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Sermon domingo 25/9/2016
Pastora Juidth Giron.
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