Mateo 2:11
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre
María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron
presentes: oro, incienso y mirra.
Desde el oriente unos magos
guiados por una estrella, emprenden el camino hacia Jerusalén. Estos expertos en
astros, sabían que el regalo del mundo (JESUS) había nacido en Belén, pues su señal
había visto en el cielo, y como comprobación de sus años de estudios, querían ser
los primeros en adorarle.
Antes de continuar quiero puntualizar
que el diccionario define a la palabra regalo
como algo que se entrega sin pedir nada a cambio, y que intenta transmitir un
mensaje de amor o
respeto.
Los sabios, entendiendo la magnitud del momento, llevan a Jesús tres presentes que formaban
parte de sus tesoros, lo que indican lo especial y celosamente guardados que
estaban ese: oro, incienso y mirra que llevaron como regalo.
Oro: metal maleable y precioso; caro y codiciado por los hombres. Símbolo
de realeza y autoridad. Respetado por su pureza alcanzada tras un fuerte
proceso en fuego.
Incienso: usado en perfumería, y su estado más puro
es de alto valor. Es una resina o una goma aromática obtenida del árbol de la
boswelia, que crece en el sur de la península arábiga y en Somalia. Se obtiene
haciendo una incisión en el tronco, del que fluye un líquido lechoso que se
solidifica al contacto con el aire.
Mirra: Su árbol tiene un tronco largo y
el producto se obtiene al golpearlo para que expulse un fluido amarillo que se
recoge en lágrimas. Desde Arabia y Somalia, la mirra se exportaba para su uso
en perfumería y para embalsamar a los muertos.
Entonces: ¿qué quiero decirte en este día con el tema “Regalos
especiales”?.
Tomando el texto de hoy, notamos que aunque Jesús es el mayor regalo
para el mundo, fueron los magos los que le llevaron presentes.
Como esos magos, así mismos venimos nosotros a Jesús: de tierras lejanas,
del desierto, de la soledad, de presiones del mundo, y cuantas situaciones que
nuestra sabiduría y ciencia no han podido solucionar, y es el momento en que
debemos entender que hay que sacar lo mejor del proceso.
Si, seremos procesados, tendremos pruebas, personas nos desilusionaran,
y posiblemente las más cercanas a nosotros nos herirán y nos sentiremos
traicionados, pero los sabios en vez de guardar el recuerdo del fuego, la mala experiencia
de la herida, o el golpe de la desilusión, guardan en sus tesoros, el producto
del fuego, el buen resultado de la herida, y el aroma del golpe. Eso es oro,
incienso y mirra. El primero no se purifica sino hay mucho fuego, el segundo no
produce el aroma sino hay incisión (herida), y el tercero no brota esencia sino
se golpea. Ningunos de ellos alcanza valor y pureza sino pasan por sus
procesos. ¡Que duele! sí. ¡Que es fuerte! claro, pero el resultado será de gran
valor, uno que muchos querrán tener.
Trae a Jesús lo mejor de ti. No te quejes más. En este día, trae regalos especiales de gran
valor a Dios.
“¿Quién es ésta
que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de incienso y
de todo polvo aromático?” (Cantares 3:6.).
Que el desierto no te amargue, sino que produzca la más pura de las
esencias, y el más rico aroma.
Permite que el amor que solo proviene de Dios, convierta tu presión en
oro, tus heridas en incienso, y tus golpes en mirra. Si te fijas bien, estás
rodeada de regalos, da entonces al mundo de tus tesoros, regalos especiales.
Hoy es un hermoso día para comenzar. Sonríe, agradece, canta, saluda,
respeta, y por sobre todo, ama.
Con amor,
Judith Girón
Hermoso mensaje. Dios me ha llenado de regalos valiosos a través de mis heridas y dolor. Hoy agradezco tanto detalle del Señor.
ResponderEliminarAmen, la envoltura no ha sido la mas bonita, pero el producto es lleno de Gracia.
EliminarQue hermoso mensaje que nos invita a reflexionar de manera particular. Sobretodo que debemos aprovechar ese tiempo maravilloso que el señor nos ha dado tanto que hay que agradecer.y dar de esos regalo que a diario el nos da...
EliminarCiertamente. Tiempo de ser agradecidos. Viendo lo mejor de las cosas.
EliminarWao, Gloria a Dios!
ResponderEliminarCadabes me impresiona más lo que él señor está con usted su hijo José Araujo
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