EL ROI
-EL DIOS QUE ME VE-
-DIOS QUE ME CUIDA.-
No existe ninguna circunstancia de nuestras vida que escape al conocimiento y cuidado paternal de Dios. El nos conoce a nosotros y a nuestros problemas.
La biblia nos habla en Génesis capítulo 16 de Agar, la esclava egipcia de Saray, la esposa de Abran, quien en un momento de angustia por una actitud de falta de humildad, provocó que su ama la maltratara y esto la hizo huir al desierto. Una de las cosas que me impresiona de la huida de Agar, es que dice que ella llegó a un manantial, y es muy difícil encontrar agua y mucho menos un manantial en el desierto. Esto denota el cuidado de Dios para con ella.
El relato nos muestra como en aquel manantial se le aparece el Ángel de Dios con instrucciones especifica para esta mujer que se encontraba en estado de gestación.
. —Vuelve junto a ella (Saray) y sométete a su autoridad —le dijo el ángel—. De tal manera multiplicaré tu descendencia, que no se podrá contar.
Este era un momento decisivo, pues la recompensa para tener una descendencia grande, era el sometimiento. Agar se dió cuenta de que Dios había visto su rebeldía en contra de la autoridad que estaba puesta sobre ella y le dio la oportunidad de reivindicarse.
Dios nos enseña que la humildad y el sometimiento nos trae grande bendiciones de multiplicación. Y cuando seamos maltratado, Dios es el que ve nuestros sufrimiento y nos traerá manantial en el mismo desierto.
Cuando clamamos al Dios que me ve, es sabiendo que ante él no podemos ser deshonestos y que Dios conoce el foco de nuestra petición. Es saber que Dios conoce nuestras necesidades y que no nos dejará solos.
Jesús mostró ser EL ROI en Mateo 22:18
Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Recordemos que ante Dios estamos desnudos.
Att:
Judith Girón
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