La Melodía de una Simple Cuerda...
Uno de los instrumentos musicales que llama sobremanera mi atención es el "Violín". Su melodía me eleva al cielo y estremece mis entrañas. Estamos hablando de un instrumento de cuerda frotada que tiene cuatro cuerdas. Parece hasta sencillo describirlo, pero tocarlo es todo un don, perfeccionado con mucho trabajo y estudio. Pero que del violín sin esas cuatro aparentemente sencillas e insignificantes cuerdas. !No sonaría!. Fuera una guitarrita chiquitica o un bate con forma de mujer. En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa. Hoy pueden ser también de metal o de tripa entorchada con aluminio, plata o acero; la cuerda en "Mi", la más aguda, es directamente un hilo de acero, y, ocasionalmente, de oro.
En resumen, las cuerdas deben ser de un material maleable, flexible y resistente, pues una de las condiciones que necesita el sonido para producir una afinación, es que estas estén bien tensadas. !!Queeeeeeee! Las pobres cuerdas son presionadas hasta que sale de ellas un sonido muy melodioso...Bravo por el violín y sus cuerdas, pero que de nosotros... Instrumentos pequeños y de poca capacidad visualmente hablando... Que aveces solo tenemos apenas una cuerda. Esa cuerda de la nota "Mi", que su material debe ser el más fuerte porque es de donde sale la nota más aguda. De oro muchas veces o de tripa tal vez. Nuestras vidas en ocasiones no es como deseamos que sea, pero el violinista "DIOS" sabe a que tensión la cuerda produce sonido... Mira que no se hace cuerda de cualquier material, porque puede ocurrir que en el intento de que suene bien, se rompa. Somos violines en las manos de Dios, y con solo cuatro cuerdas, Él entona melodías en nuestras vidas... Es por esto que si sientes que tienes pocas cosas que ofrecer, o tal vez de las 4 cuerdas solo queda una, te recuerdo, que no es el violín, sino las manos que lo tocan... No nosotros, sino a Dios la gloria, por hacer de los pocos talentos que poseemos un instrumento tan especial y sincero para hablar de las grandezas de Dios a un mundo sin música, lleno de ruido...
Uno de los instrumentos musicales que llama sobremanera mi atención es el "Violín". Su melodía me eleva al cielo y estremece mis entrañas. Estamos hablando de un instrumento de cuerda frotada que tiene cuatro cuerdas. Parece hasta sencillo describirlo, pero tocarlo es todo un don, perfeccionado con mucho trabajo y estudio. Pero que del violín sin esas cuatro aparentemente sencillas e insignificantes cuerdas. !No sonaría!. Fuera una guitarrita chiquitica o un bate con forma de mujer. En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa. Hoy pueden ser también de metal o de tripa entorchada con aluminio, plata o acero; la cuerda en "Mi", la más aguda, es directamente un hilo de acero, y, ocasionalmente, de oro.
En resumen, las cuerdas deben ser de un material maleable, flexible y resistente, pues una de las condiciones que necesita el sonido para producir una afinación, es que estas estén bien tensadas. !!Queeeeeeee! Las pobres cuerdas son presionadas hasta que sale de ellas un sonido muy melodioso...Bravo por el violín y sus cuerdas, pero que de nosotros... Instrumentos pequeños y de poca capacidad visualmente hablando... Que aveces solo tenemos apenas una cuerda. Esa cuerda de la nota "Mi", que su material debe ser el más fuerte porque es de donde sale la nota más aguda. De oro muchas veces o de tripa tal vez. Nuestras vidas en ocasiones no es como deseamos que sea, pero el violinista "DIOS" sabe a que tensión la cuerda produce sonido... Mira que no se hace cuerda de cualquier material, porque puede ocurrir que en el intento de que suene bien, se rompa. Somos violines en las manos de Dios, y con solo cuatro cuerdas, Él entona melodías en nuestras vidas... Es por esto que si sientes que tienes pocas cosas que ofrecer, o tal vez de las 4 cuerdas solo queda una, te recuerdo, que no es el violín, sino las manos que lo tocan... No nosotros, sino a Dios la gloria, por hacer de los pocos talentos que poseemos un instrumento tan especial y sincero para hablar de las grandezas de Dios a un mundo sin música, lleno de ruido...
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